jueves, 4 de marzo de 2010

IDEARIO

Siendo condición indispensable la presencia de los partidos políticos para la existencia de la democracia y ante la crisis, aún existente por la que atraviesan, al haber perdido representatividad y credibilidad de parte de la población, ORDEN nace como una opción política dentro de la política nacional con un contenido nuevo, distinto al tradicional, al tener como finalidad principal, ejercer una acción esclarecedora en la vida nacional despertando y fortaleciendo una conciencia cívica que permita fortalecer el sistema democrático y lograr una madurez política dentro del proceso del desarrollo económico-social del país, rescatando aquellos valores morales indispensables, para que el quehacer político promueva una democracia sana-bien intencionada y, que la política sea ejercida con honestidad, honradez, justicia y verdad, afirmando que ambas pueden convivir en armonía.

Conciencia cívica y moral. Dos elementos constitutivos de la democracia, indispensables, para afirmar, por un lado, los principios de Libertad, Respeto, Pluralismo, Derechos Humanos y Estado de Derecho y, por el otro, por considerar que la corrupción podrá ser sancionada mas nunca legislada ni normada.


La violencia y el caos por la que atraviesa la sociedad peruana es producto de la pérdida de los valores cívicos. Es el resultado de una sociedad permisiva que empieza por una mal formación cívica o en ausencia de ella en la enseñanza escolar y que termina en la conducta de las autoridades del Gobierno, del Poder Judicial, del Congreso, de las organizaciones civiles y porque no decirlo, de algunos medios de difusión masiva.

Esta crisis de valores cívica y morales, atenta contra la democracia, porque si ella se inspira, se nutre y vive dentro de un Estado de Derecho, el caos, la violencia, la falta de autoridad, la desobediencia a las leyes y reglas por parte de la comunidad, la corrupción institucionalizada, la partidocracia y una prensa muchas veces promotora de ella, son factores de desestabilización y demolición de la democracia al no contar con los elementos básicos fundamentales de respeto, tolerancia, obediencia a la ley y a la autoridad que toda sociedad libre requiere.

Un país sin ORDEN es sinónimo de CAOS. Un país sin ORDEN es camino de Dictaduras y Autoritarismo de Gobierno. Es inyectar e incubar en el sentimiento del pueblo que es preferible perder el derecho intrínseco del hombre, la Libertad, a cambio de vivir dentro de una sociedad donde imperen el orden.

Es la visión futura que ORDEN propone y persigue para que todos los peruanos, sin excepción alguna, vivan en una sociedad libre, tolerante, justa y ordenada en donde nuestra juventud luego de ser formada con estos valores sean en el futuro, ciudadanos respetuosos, participativos y solidarios que conociendo sus derechos, asumirán con responsabilidad sus deberes al sentirse plenamente ciudadanos con un sentimiento más nacional que cosmopolita o regional y siendo parte de la sociedad sin distingo de economía, política, etnia o cultura.


Es de esta manera, como ORDEN promueve una democracia sólida, estable y moderna teniendo en cuenta que la democracia por ser obra de hombres siempre será perfectible e igualmente estará en un plano inferior al orden moral, religioso y metafísico, porque la política si bien es cierto, inevitablemente, repercute en el bienestar o viceversa para la sociedad, no por ello deja de ser instrumental y adjetivo en la vida del hombre. Por ello, la acción crítica de ORDEN no está dirigida a crear dificultad a la mayoría en el ejercicio de la responsabilidad de gobierno. Más bien para hacerla más consabida, empeñosa y veraz y mantener vigilante a la opinión pública.


Es con este espíritu sustantivo de la Democracia que ORDEN se presenta como una Opción Nueva a diferencia de partidos democráticos que pretenden constituirse en intérpretes naturales de la “voluntad general” del pueblo, desdibujando la real esencia de la representatividad en ellos. No es suficiente democracia, para ORDEN, la conservación de los derechos naturales e imprescriptibles del hombre, mucho menos resumirla a su mínima expresión como es la independencia de poderes, ni mucho menos por el solo hecho elegir a sus gobernantes por elección universal. Para ORDEN, es la democracia expresada en su mayor dimensión, donde ni la persona libre repudie o aminore los derechos del Estado democrático, ni el Estado democrático desconozca las prerrogativas inherentes a la persona humana. Una democracia saludable, donde sin dejar de reconocer los derechos naturales de los débiles, estimula a los fuertes y fomenta el dinamismo nacional. Una democracia donde la libertad de expresión, expresada en sus diversas formas, sea ejercida como derecho, pero que no haga peligrar otras libertades ni constituya obstáculo para el proceso. Es la verdadera y real actitud que ORDEN PROMUEVE. Una sociedad que fomenta la virtud cívica y eleva a la persona por encima de sus intereses personales y de grupo.


Postulamos la Solidaridad, más no solo por ser el valor humano por excelencia que se manifiesta generalmente en situaciones de tragedia o en forma temporal, sino que afirmamos en forma categórica que para que la solidaridad sea efectiva, debe también ser racional. Racionalidad solidaria que de la mano con la racionalidad económica son indispensables para construir una sociedad solidaria, necesaria en la Lucha contra la Pobreza de nuestra sociedad, ya que es insuficiente la ayuda de los gobiernos para combatirla. Es necesaria la participación de todos los peruanos por ser obligación ciudadana.


Por ser el Estado Peruano uno e indivisible, ORDEN propone como prioridad primera dentro de su Visión País, y como tal, como Política de Estado las acciones orientadas a iniciar el Proceso de Integración Nacional y Desarrollo con un enfoque sistémico donde las diferentes culturas cerradas, de nuestra Amazonía y Serranía, sean incluidas de manera integral en el proceso de desarrollo de la sociedad peruana como que son parte natural de ella. No son suficientes los programas asistencialistas, que en forma algunas veces desordenada y otras aisladas, los diferentes gobiernos han venido aplicando en forma poco técnica, altamente burocratizada e ineficiente para lograr este propósito. El problema central de la no integración es que nuestro nativo, de selva y de sierra, así como el sector marginal de las grandes ciudades, no se siente ciudadanos. En el mejor de los casos, simplemente un elector y un “guardián” del suelo donde nació. Frescos los recuerdos y actuales los problemas en nuestra Amazonía y Serranía frente a los proyectos de inversión. No son suficientes las llamadas “mesas de concertación”. No son suficientes los ofrecimientos de caminos, vaso de leche y de las decenas de programas asistenciales que existen para “convencerlos” de la necesidad nacional. Simplemente, no se sienten ciudadanos, al no existir una adecuada relación entre la legitimidad que le provee la sociedad y el sentimiento de pertenencia referida a su identidad. De igual manera, en este proceso deberá integrarse a todo el Sector Rural indistintamente a la región natural que pertenezca.


En este Proceso de Integración y Desarrollo Nacional, deben de estar incluidos los “Programas Sociales” encaminados a la “Lucha contra la Pobreza” integrados bajo un orden sistémico en donde se articulen con racionalidad técnica y económica los elementos y componentes de los mismos para que operen en forma eficiente y ser eficaces en el logro de las metas y objetivos propuestos.


En este aspecto, ORDEN, conceptúa que Luchar contra la Pobreza, no es luchar con sus causas primigenias, sino contra los factores que la perpetúan, ya que la causa al ser histórica, aunque cierto su origen del problema, no se puede retroceder la historia para corregir, mientras que los factores que la perpetúan sí son perfectamente susceptibles de ser corregidos. Estos factores principales que perennizan la pobreza son: Corrupción, Apatía, Ignorancia, Enfermedad y Dependencia en donde cada factor de esos respondan a una estrategia específica capaz de vencer la “resistencia al cambio”.


Muchos de los actos de corrupción de parte de los gobiernos pueden ser perfectamente identificados, evitados y posteriormente sancionados, cuando las acciones que ejecuta responden a un ordenamiento claro y transparente y a un manejo gerencial técnico y honesto, quedando recortadas sustantivamente las posibilidades de cometerse las más comunes, como el uso ilegítimo de información privilegiada, el tráfico de influencias, el patrocinio, sobornos, extorsiones, influencias, fraudes, malversación, la prevaricación, el caciquismo, el compadrazgo, el nepotismo y la consecuente impunidad de los mismos. Un funcionario corrupto a diferencia de un simple ladrón, es que el segundo puede ser producto de su misma pobreza, sin que ello resulte justificable, y el primero es, un FACTOR PERENNIZANTE DE LA POBREZA de nuestra sociedad. La existencia y/o permanencia del actual Tribunal Anti-Corrupción no necesariamente es excluyente a la Sistematización de los Programas Sociales, ya que este podrá ser un medio disuasivo, más no necesariamente, el único factor orientado a evitar los actos de corrupción.


De acuerdo a la Tabla de corrupción, publicado por Transparencia Internacional, para el año 2008, Perú se encuentra ubicado en el puesto número 72 en el mundo y, dentro de los países de habla hispana, nos encontramos bajo Chile, Uruguay, Costa Rica entre otros y solo nos superan en corrupción, países por mencionar como Panamá (85º del mundo), Guatemala (96º del mundo), Bolivia (102º del mundo), Argentina (109º del mundo), Nicaragua (134º del mundo), Paraguay (138º del mundo), Ecuador (151º del mundo), y Venezuela (158º del mundo).

Responsable de la Apatía, en gran medida, es el resultado de la irresponsabilidad de las ofertas incumplidas por parte de gobiernos y las que se ofrecen en las “campañas” electorales. La pérdida de credibilidad, y la impotencia de alcanzar, corregir o encauzar cosas, genera la pérdida de interés por mejorar las condiciones, llegando esta actitud a producir sentimientos de envidia a sus familiares o vecinos de comunidad que lo intentan.


El síndrome de la Dependencia es el resultado de la aplicación excesiva y mal aplicada, dentro de la sociedad, de programas de “ayuda” por sus características asistencialistas y muchas veces populistas, ante la errónea creencia que una persona o un grupo es tan pobre, tan desvalido, que no puede ayudarse a sí mismo, y que necesita depender de la asistencia exterior. Esta actitud o creencia compartida es el factor de auto justificación que más contribuye a perpetuar la condición de que un grupo o individuo depende de la ayuda exterior. Por ello, ORDEN, conceptúa claramente la acción solidaria y/o de caridad frente a una desgracia temporal y circunstancial de un asistencialismo de Estado.


La Ignorancia conceptuada como la falta de información o de conocimientos, que muchas veces es reservada para determinados sectores de poder para la obtención de alguna ventaja injusta, es necesaria combatirla, por ser casualmente este adiestramiento o información que debe de ser transmitida de forma natural al resto de la comunidad hacia la búsqueda de su propio desarrollo. Conocimientos e información distinta a la que proporciona la Educación Formal impartida por el Estado, ya que al agricultor, artesano, hombre rural en general de poco puede servirle para su actividad económica. Esta acción es la que ORDEN, en su Plan de Gobierno, denomina Educación No Formal orientada a reforzar y potenciar sus capacidades locales y regionales.


El Proceso de Integración y Desarrollo Nacional, como Política de Estado, para ser una realidad, implica necesariamente el establecimiento de un ORDEN SISTEMICO perfectamente interrelacionado, secuencial y consecuente entre los planos de la concepción de la Política, la Planificación y el Plano de Ejecución. El correlato de estos tres planos es la forma racionalmente técnica para que las Políticas de Estado, sean viables, eficientes y sobre todo eficaz en lograr las metas y objetivos que dichas políticas proponen sin descuidar que en la instrumentación de sus políticas, cualquier Política de Estado está en un orden superior a cualquier política sectorial y el nivel nacional sobre los niveles regionales y locales.


Ante este primordial y grave problema para el desarrollo nacional, ORDEN plantea la urgencia y necesidad de llevar a cabo la, ya “trillada”, REFORMA DEL ESTADO. Reforma del Estado, para que la estructura del Estado responda a las exigencias de la modernidad y de las propias del proceso de desarrollo de nuestra sociedad. Reforma en la que el egoísmo sectorial y geográfico o territorial, la ineficiencia e ineficacia de las llamadas “concertaciones” y “coordinaciones” efectuadas por comisiones dejen de ser los impedimentos más relevantes en la instrumentación de las políticas. Reforma del Estado que dé organicidad y racionalidad a las relaciones y funciones entre los gobiernos, central, regional y local, de manera tal que el tan ansiado y esperado proceso de descentralización sea una realidad en beneficio de la sociedad y no de intereses de la clase política, de sectores particulares y de la burocracia del Estado.

Entendemos El Bien Común como el principio ordenador para alcanzar las metas en los diversos ámbitos de la política dentro del concepto real y verdadero, respetando la autonomía privada, la igualdad ante la Ley y el fiel cumplimiento del Estado de Derecho. Por consiguiente, rechazamos cualquier otro concepto que se le quiera dar al bien Común. Sobre todo, bajo la perspectiva de poder y de la economía de beneficencia pública.


Reconocemos que cualquier forma de gobierno es legítima a condición que realice el Bien Común y tenga de su parte el consentimiento popular. Pero, ORDEN es un Partido Político inspirado en la Democracia Representativa por ser la forma de gobierno más humana, más justa y porque respeta el doble aspecto de la libertad del hombre en cuanto a sus derechos fundamentales cívicos y políticos.


ORDEN considera la Economía de Mercado como un instrumento eficaz para satisfacer las necesidades de crecimiento y desarrollo de la producción basada en la libre competencia, pero sin que ésta sea el único principio rector de la economía ya que como instrumento de desarrollo que es, debe necesariamente responder a los objetivos superiores sociales y humanos. Por lo que concepto de mercado debe de estar circunscrito en el puro concepto económico de la producción ya que reconocemos la existencia de otras áreas y niveles en el orden social que de por sí son superiores a ella como la dignidad de la persona y la inviolabilidad de sus derechos de vida. En consecuencia ORDEN propone la Economía de Mercado con responsabilidad social, donde los sectores marginales y pobres de nuestra sociedad estén INCLUIDOS en ella.


Para ORDEN, el Estado debe de promover y respetar la iniciativa privada y el derecho de propiedad privada a los medios de producción dentro de una economía de mercado, pero a la vez debe de asumir su responsabilidad de garantizar una paz duradera y una estabilidad razonable para lo cual requiere llevar a cabo los planes de inversión básica en la población dentro de un orden jurídico y social que garantice el Bien Común.

Entendemos y aceptamos que el desarrollo del país es más rápido cuando gobierno y mercado mantienen una colaboración mutua y que el crecimiento para ser sostenido y vigoroso requiere de un sector empresarial próspero y seguro. Esto conlleva que el Gobierno como tarea fundamental debe de:


a) Promover el pleno empleo como garantía que la población pueda satisfacer sus necesidades.


b) Proteger a los miembros más vulnerables de la sociedad estableciendo un mínimo nivel de bienestar.


c) Contrarrestar la tendencia de las fuerzas del mercado que concedan mayores oportunidades ha determinado sector.


d) Intervenir en los casos en que la libre interacción de fuerzas del mercado sea demostrablemente contraria al interés público


ORDEN, como partido político democrático y esencialmente humano, reconoce a todos los hombres y mujeres del Perú dotados de razón y de conciencia con igualdad esencial de origen, naturaleza y de destino. Libres e iguales en libertades y derechos. Rechaza toda distinción en razón de raza, de color, sexo, de lengua, de religión, de género, de origen nacional o social, de riqueza, de nacimiento o de otra condición impuesta en la Constitución del país.

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